martes, 20 de agosto de 2013

De Mark de Zabaleta...La Actividad del Estado es Improductiva (Adam Smith)



La "Riqueza de las Naciones"
de Adam Smith ha sufrido el destino reservado a la mayoría de los "clásicos" : es una obra más comentada que leída.
En términos modernos, Smith estaba interesado en el desarrollo de una teoría del crecimiento económico. En las primeras páginas de su obra "Una investigación sobre el origen y las causas de la riqueza de las naciones", Smith anunció su explicación fundamental del crecimiento económico: "la división del trabajo”.
En el esquema de Smith la línea divisoria entre empleos "productivos" e "improductivos" constituye una distinción analítica fundamental para el estudio de la evolución económica a largo plazo y la interpretación del producto nacional.
La utilización del término "riqueza" es clave en su definición de "actividad productiva". Para Smith, sólo los resultados de los empleos productivos del trabajo debían contarse para calcular el producto social.
Quedaban excluidas las actividades de "servicios" porque no rendían productos tangibles o excedentes que se pudieran reinvertir. Se derivaba que todas las actividades gubernamentales eran improductivas....junto a clérigos, abogados etc. Smith no negaba a estos grupos una renta por los servicios prestados; pero sus esfuerzos no ayudaban a hacer más rica la sociedad del mañana. En su análisis del valor mantuvo que el precio natural de un bien, que representaba su valor real, era fijado por la "mano invisible" del mercado...evitando privilegios e intervenciones gubernamentales.
Teniendo en cuenta que este libro se publicó en 1776, resulta interesante razonar sobre algunas de sus reflexiones.

Mark de Zabaleta


jueves, 15 de agosto de 2013

Crisis? What Crisis?... 1637, un artículo de Mark de Zabaleta reinventado



Aunque parezca extraño, existe una crisis económica famosa anterior a la Gran Crisis (Wall Street) de 1929 y a la Crisis (del ladrillo) de 2008, la Crisis de los Tulipanes en 1637. Ha habido muchas crisis, pero trataremos de analizar estas tres para buscar las razones…y las soluciones aplicadas en cada caso.
Cuando el Tulipán llega a Holanda a finales del siglo XVI (cuentan que fue el embajador alemán en Turquía quién trajo esa flor), y lo que al principio era un lujoso elemento decorativo en algunos palacios de la aristocracia pasó a ser codiciosamente deseado por toda la burguesía.
Con el paso del tiempo el tulipán se convirtió en un símbolo de avance social, incluso estaba mal visto no poseer una colección de tulipanes, principalmente en Alemania y Holanda.
Ante la gran demanda de tulipanes el precio fue disparándose año tras año, lo que cautivó a los inversores de la época que decidieron invertir en este nuevo producto.
Tal fue la demanda, que los bulbos de tulipán empezaron a negociarse en la Bolsa de Amsterdam en el año 1636, y de este modo  entraron en el negocio agentes y todo tipo de especuladores que vieron en el tulipán una oportunidad de hacer grandes negocios.
Los compradores se endeudaban y se hipotecaban para adquirir las flores, y llegó un momento en que ya no se intercambiaban bulbos sino que se efectuaba una auténtica especulación financiera mediante notas de crédito (en los años 1600 ¡!).
En 1623 un sólo bulbo podía llegar a valer 1.000 florines neerlandeses: una persona normal en Holanda tenía unos ingresos medios anuales de 150 florines. Se conservan registros de ventas absurdas: lujosas mansiones a cambio de un sólo bulbo…
En 1637, el 5 de febrero, un lote de 99 tulipanes de gran rareza se vendió por 90.000 florines: fue la última gran venta de tulipanes. Al día siguiente se puso a la venta un lote de medio kilo por 1.250 florines sin encontrarse comprador.
Entonces la burbuja estalló. Los precios comenzaron a caer en picado y todo el mundo vendía y nadie compraba. Se habían comprometido enormes deudas para comprar flores que ahora no valían nada.
Las bancarrotas se sucedieron y golpearon a todas las clases sociales. La falta de garantías de ese curioso mercado financiero, la imposibilidad de hacer frente a los contratos y el pánico llevaron a la economía holandesa a la quiebra.
La oferta de un bien de lujo, escaso y de alto precio, se convierte en un verdadero signo de distinción que todos (clientes y especuladores) querían comprar y los banqueros querían financiar (con la garantía de los tulipanes !). Hasta se cotizaba en Bolsa y se negociaban contratos “futuros” de venta de estos bulbos de tulipán = especulación.
El precio se mantuvo alto porque interesaba a todos, los aristócratas y burgueses que mostraban su riqueza, los especuladores, los inversores, los banqueros…hasta que la necesidad de liquidez de vendedores (que bajan precios porque necesitan dinero inmediato para pagar algo) o de compradores (ya no tienen capacidad para gastar más porque están muy endeudados)…saca a flote la cruda realidad de un mercado sobrevalorado ¡
Mark de Zabaleta Reinventado



domingo, 11 de agosto de 2013

Un artículo de Mark de Zabaleta: Mariano el Lacónico (Triste)



Se llama lacónico a quien, como los antiguos laconios, es sumamente parco en palabras.
Laconia (Lacedemonia) fue en la Antigua Grecia una parte del Peloponeso cuya ciudad más importante fue Esparta.
Los laconios o espartanos se dedicaban casi exclusivamente a la guerra, lo que les exigía una educación militar estricta desde la infancia.
Suele usarse el adjetivo “espartano” con el significado de “estricto, austero, sobrio, firme, duro”.
Su educación no contemplaba las artes ni las letras o la oratoria como en el caso de los atenienses, por lo que eran prácticamente analfabetos.
Eran tan parcos al hablar que no se entendían con sus vecinos…
Posiblemente la historia se repite, pero con distinto reparto.
Mariano es parco en  palabras, porque cada vez que habla convence menos sobre la dudosa capacidad de este Gobierno para conseguir la recuperación económica…y acabar con el paro.
Y aunque la renta disponible de las familias no deja de menguar es capaz de exigir unas “espartanas” medidas de austeridad y recortes…cuando al mismo tiempo tiene mucho que explicar sobre la financiación del partido que preside, los sobre/sueldos y la corrupcióny las expectativas de los inversores no son buenas!
Para Keynes la eficacia marginal del capital era una cuestión de expectativas, ¿Tenemos expectativas…o sólo nos queda pensar que a largo plazo todos muertos?
La estrategia espartana para el pueblo no es la solución…y no se puede dar la callada por respuesta!

Mark de Zabaleta

lunes, 5 de agosto de 2013

Keynes: A largo plazo estamos todos muertos. Un artículo de Mark de Zabaleta Herr



Con esta expresión, John Maynard Keynes (1883-1946) quiso resumir sus dudas acerca de las suposiciones de la Economía Neoclásica…
Aunque Keynes aceptó una cátedra de economía en Cambridge, financiada personalmente por Alfred Marshall (Neoclásico/Microeconomía), desde la cual comenzó a construir su reputación, y supo replantear un nuevo enfoque de la Economía.
La Economía Clásica (Smith, Ricardo, Smill…) se había preocupado por el crecimiento económico a largo plazo más que por las preocupaciones inmediatas de una inestabilidad a corto plazo.
Aunque Marx estaba más cerca de las inquietudes keynesianas, su trabajo quedaba limitado por la “visión” de una inevitable caída del capitalismo.
Y los Neoclásicos (Marshall, Walras, Pareto…) se interesaban mucho más por los factores que intervenían en la producción de determinados mercados que en aquellos que gobernaban la producción de la economía en su conjunto.
Tal como plasmó en su Teoría general del empleo, el interés y el dinero”, desafiando el paradigma económico dominante al momento de la publicación en 1936, el análisis económico debía ser reconstruido para llevar los problemas agregativos a corto plazo al centro de la escena.
No se trata de estudiar cómo llegamos al precio de una lata de refresco cuando tenemos sed (o no) ni de plantearnos una solución de los problemas del País en un futuro…
Lo esencial del sistema capitalista puede ser preservado si se hacen las reformas necesarias, pero un capitalismo no regulado es incompatible con el mantenimiento del pleno empleo y la estabilidad económica.
Cuando estudia los distintos elementos (empleo, dinero e interés) que dan título a su obra de referencia, encontramos dos importantes puntos de referencia, Renta y Expectativas…
Para hablar de Consumo y de Ahorro es necesario generar Rentas. Y las rentas son generadas por la inversión…que puede verse frustrada si las expectativas de los empresarios son pesimistas.
Para Keynes la eficacia marginal del capital era una cuestión de expectativas, de tal modo que el cambiante humor de la comunidad empresarial podría contrarrestar incluso unos bajos tipos de interés favorables a la inversión…
¿Tenemos expectativas…o sólo nos queda pensar que a largo plazo todos muertos?

Mark de Zabaleta

domingo, 4 de agosto de 2013

El Verdadero Castigo....Un artículo de Mark de Zabaleta

Hasta Galbraith (hijo) lo tiene claro: desde el estallido de la crisis en 2008 los políticos inculcan a la gente que es “culpable” (¿por haber vivido por encima de sus posibilidades?)…y que tienen que pagar por el ajuste!
Que se lo digan a los depositantes chipriotas…
Ese “espíritu de castigo”  vía Austeridad y Recortes no resuelve el problema de la crisis en Europa…
Y la competitividad en España no se va a solucionar bajando los salarios. Es fundamental crear empleo, y esta “devaluación interna” (ya no tenemos “nuestra” peseta para hacerlo de otro modo…) no sirve para conseguirlo…
Parece claro que la salvación de la eurozona se está consiguiendo a costa del paro y el hundimiento de la periferia europea (…la península ibérica).
Galbraith confirma… “Es evidente que Europa está siguiendo un camino de ideas equivocadas”…y a los países del norte cada vez les importa menos lo que pase en el sur…
Y ahora es el F.M.I. el que "predica" otra vuelta de tuerca para asfixiar la Economía Española!

¿Se entera Mariano?


Mark de Zabaleta