Immanuel Kant vivió en la época de Adam Smith, Malthus y David
Ricardo, aunque no conoció a ninguno de ellos. Su larga vida (80 años en
el siglo XVIII), sin apenas moverse de su “pueblo”, le hicieron pensar
mucho.
La vida “aburrida” que llevó ha pasado a la historia
como paradigma de existencia metódica y rutinaria. Siempre vivió en la
actual Kaliningrado (ahora Rusia, antes Prusia). Es conocida su
costumbre de dar un paseo vespertino, a diario a la misma hora y con
idéntico recorrido, hasta el punto de que llegó a convertirse en una
especie de señal horaria para sus conciudadanos; se cuenta que
la única excepción se produjo el día en que la lectura del Émile, de
Rousseau, lo absorbió tanto como para hacerle olvidar su paseo, hecho
que suscitó la alarma de sus conocidos.
Entre sus escritos más destacados se encuentra la Crítica de la razón pura, calificada
generalmente como un punto de inflexión en la historia de la filosofía y
el inicio de la filosofía moderna. En ella se investiga la estructura
misma de la razón.
Kant escribió muy poco sobre economía, salvo
cuando habla de la Deuda Pública como positiva fuente de financiación
como fomento de la economía interna (mejora de caminos, nuevas
colonizaciones, ahorro para los años malos, etc.) pero como riesgo
frente a potencias extranjeras. Es un “tesoro” frente a la guerra que
sólo se agotará por la caída de los precios (que se mantendrá mucho
tiempo por su beneficiosa incidencia en el comercio…). Así, Kant ya veía
las ventajas de una devaluación de la moneda para el comercio entre
potencias. China y Japón son los grandes tenedores de la Deuda Pública
americana…y vimos el riesgo al que aludía Kant tras la catástrofe del
11-M, y las sucesivas Crisis que nos azotan. Las ventas masivas de Deuda
en los mercados incidien en los tipos de cambio…
El pensamiento
kantiano fue muy influyente en la Alemania de su tiempo, y Hegel supo
interpretar este pensamiento analítico, utilizándolo en alguna de sus
obras…el idealismo alemán, modernidad de la sociedad burguesa de su
tiempo…
Cuando Marx entró en la Universidad para estudiar Derecho,
quedó cautivado por los vivos debates sobre filosofía hegeliana en el
Berlín de 1830 y por quienes querían transformar la ortodoxia hegeliana
en una doctrina social radical… siguiendo la filosofía de Kant.
Mark de Zabaleta
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