Aunque parezca extraño, existe una crisis económica
famosa anterior a la Gran Crisis (Wall Street) de 1929
y a la Crisis (del ladrillo) de 2008, la Crisis de los Tulipanes en 1637. Ha habido muchas crisis, pero
trataremos de analizar estas tres para buscar las razones…y las soluciones
aplicadas en cada caso.
Cuando el Tulipán llega a Holanda a finales
del siglo XVI (cuentan que fue el embajador alemán en Turquía quién trajo esa flor),
y lo que al principio era un lujoso elemento decorativo en algunos palacios de
la aristocracia pasó a ser codiciosamente deseado por toda la burguesía.
Con el paso del tiempo el tulipán se convirtió en un símbolo de
avance social, incluso estaba mal visto no poseer una colección de tulipanes, principalmente en
Alemania y Holanda.
Ante la gran demanda de tulipanes
el precio fue disparándose año tras año, lo que cautivó a los inversores de la
época que decidieron invertir en este nuevo producto.
Tal fue la demanda, que los bulbos
de tulipán empezaron a negociarse en la Bolsa de Amsterdam en el año 1636, y de este modo entraron
en el negocio agentes y todo tipo de especuladores que vieron en el tulipán una
oportunidad de hacer grandes negocios.
Los compradores se
endeudaban y se hipotecaban para adquirir las flores, y llegó
un momento en que ya no se intercambiaban bulbos sino que se efectuaba una
auténtica especulación financiera mediante notas de crédito
(en los años 1600 ¡!).
En 1623 un sólo bulbo
podía llegar a valer 1.000 florines neerlandeses: una persona normal en Holanda
tenía unos ingresos medios anuales de 150 florines. Se conservan registros de
ventas absurdas: lujosas mansiones a cambio de un sólo bulbo…
En 1637, el 5 de febrero, un lote de 99 tulipanes
de gran rareza se vendió por 90.000 florines: fue la última gran venta de
tulipanes. Al día siguiente se puso a la venta un lote de medio kilo por 1.250
florines sin encontrarse comprador.
Entonces la burbuja estalló. Los precios
comenzaron a caer en picado y todo el mundo vendía y nadie compraba. Se
habían comprometido enormes deudas para comprar flores que ahora no valían
nada.
Las bancarrotas se sucedieron y golpearon a
todas las clases sociales. La falta de garantías de ese curioso
mercado financiero, la imposibilidad de hacer frente a los contratos y el pánico
llevaron a la economía holandesa a la quiebra.
La oferta de un bien de lujo, escaso y de alto precio,
se convierte en un verdadero signo de distinción que todos (clientes y
especuladores) querían comprar y los banqueros querían financiar (con la
garantía de los tulipanes !). Hasta se
cotizaba en Bolsa y se negociaban contratos “futuros” de venta de estos bulbos
de tulipán = especulación.
El precio se mantuvo alto porque interesaba
a todos, los aristócratas y burgueses que mostraban su riqueza, los
especuladores, los inversores, los banqueros…hasta que la necesidad de liquidez de
vendedores (que bajan precios porque necesitan dinero inmediato para pagar
algo) o de compradores (ya no tienen capacidad para gastar más porque están muy
endeudados)…saca a flote la cruda
realidad de un mercado sobrevalorado ¡
Mark de Zabaleta Reinventado
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