domingo, 16 de enero de 2022

Unas doscientas obras de cámara y diversas para ... by Mark de Zabaleta

 


Carl Philipp Emanuel Bach (1714-1788) nació en Weimar el 8 de marzo de 1714, hijo de la primera mujer de J.S. Bach. Fue su segundo hijo y Telemann su padrino. Con este pasado no es de extrañar su dedicación a la música.

Desde muy joven comienza a viajar siguiendo a su padre, desde Köthen, en 1717, hasta Leipzig en 1723. Estudia en la Thomasschule donde tuvo como maestro a su mismo padre, quien le impartió clases de órgano, violín y teoría musical. Por voluntad del padre estudia derecho en la Universidad de Leipzig donde inicia una breve pero intensa carrera académica hasta 1738 cuando decide abandonar el mundo de las leyes y dedicarse completamente a la música.

Carl Philipp Emanuel Bach fue uno de los compositores más reconocidos de su época, llegó a alcanzar una fama superior a la de su padre, por lo menos hasta 1820. Como tantos otros grandes compositores, Bach padre no fue reconocido como un gran talento musical de su tiempo, y fue olvidado, hasta que Mendelssohn interpretó su Pasión según San Mateo en 1829 (Berlín). A partir de ese momento J.S. Bach se convirtió en el Bach que todos conocemos.

El lenguaje de C.P.E. fue capaz de abrir nuevos caminos sin romper esquemas y quebrar tradiciones.  A la influencia del padre (su único maestro, solía recordar él mismo), determinante en el uso sabio y atento de la armonía, y de la tradición barroca italiana, fue añadiendo nuevos estímulos mirando a las novedades y continuas transformaciones de su tiempo.

Carl Philipp Emanuel Bach abre un camino sin vuelta atrás en la formación de la nueva estética clásica: con él la tradición musical europea se zafa definitivamente de las teorías barrocas para mirar a la música como espacio de creación libre para el compositor y su interioridad. Muchos llegaron incluso a afirmar que con Bach hijo se comienzan a sembrar las semillas del Sturm und Drang (Tormenta y Estrés) y del Romanticismo musical (Beethoven y, décadas más tarde, Brahms mostrarán, de hecho, gran interés por la obra musical de Carl Philip Emanuel Bach). Con él se define el compositor clásico en su continua tensión entre afirmación de la voluntad individual y la necesidad de un compromiso con un contexto necesario e inevitable.

En 1788, al enterarse de su muerte, Mozart comentará a su padre Leopold el triste acontecimiento con una frase breve y elocuente: “él es el padre, nosotros somos los hijos”.

Para Mozart, C.P.E. Bach era el mejor Bach. Carl Philipp Emanuel Bach compuso veintidós Pasiones, dos oratorios, diecinueve sinfonías, quince conciertos, unas doscientas obras de cámara y diversas piezas para teclado, canciones e himnos.

Escuchen su Solfeggietto y su Magnificat … como simple muestra.

 

Mark de Zabaleta

 

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